Colegio Nacional de Trelew

miércoles, 17 de noviembre de 2010

Revista escolar "PENSAMIENTOS ESCOLARES"

Dirección general: Azurmendi Silvia
Dirección Editorial: Maraboli Analía— Azurmendi Silvia—Martínez Mariela— Aguirre M Angélica
Colaboradores en este número:
Laureano Bidera TT - Daniela Delgado TT- Ka-ren Áviles TT— Florencia Sandoval TT- Noelia Suso TT - Tatiana Bustamante TT– Luciana Mora TT -Karen Vera TT - Luciana Troncoso TT- Karen Calderón TM - Alejandro González TT—Jennifer Tapia TM - Soraya Ramírez TM- Soledad Epulef TM - Lorena Ranguinao TT - Jennifer Roberts TT—Agustina Almada TT- Fla-vio García TT
Y otros colaboradores...

EDITORIAL


Una nueva edición de la revista escolar nos convoca. Luego de presentarla se conformó un nuevo grupo de trabajo con el objetivo de armar la revista impresa y pasar a una segunda etapa con la digital. Este año con el agregado de que tenemos dos acontecimientos muy importantes como argentinos: El festejo del Bicentenario de nuestro país y El Mun-dial de Fútbol. Celebramos los doscientos años de la Indepen-dencia argentina en donde homenajeamos a nuestra patria, recordando el camino recorrido a través de su historia, la cultura , los valores que la hicieron gran-de. Hoy entre todos formamos la Patria y debemos continuar la tarea de engrandecimiento, sintiéndonos parte de ella y responsables en la construcción de nuestro futuro, desde el lugar que nos toca dentro de la sociedad. Otro acontecimiento que nos une como argenti-nos es el fútbol, y en especial cuando juega el Mun-dial la Selección Argentina. Nos ponemos todos la ca-miseta del mismo equipo ,vemos en grupo los parti-dos, flameamos la bandera lo más alto posible , nos pintamos la cara de celeste y blanco, nos ponemos los gorros más raros que encontramos y nuestro pecho se ensancha cuando escuchamos el Himno Nacional Argentino. Por cada partido ganado, salimos TODOS a la calle a festejar con el mayor ruido posible, de-mostrando la emoción contenida, la euforia y la alegría. Tenemos la oportunidad de demostrar nuestro ser argentinos y amor a la patria desde las acciones más pequeñas de todos los días, cumplidas con res-ponsabilidad y respeto. Para que con nuestras obras podamos decir :
¡VIVA LA PATRIA DEL BICETENARIO! y ¡VAMOS,VAMOS ARGENTINA!

Día de la Tradición en el Nacional

El pasado 10 de Noviembre a las 16 horas se realizó el Acto del Día de la Tradición en nuestro colegio, el mismo fue organizado por las profesoras Silvia Arzumendi y Analía Maraboli.
Durante la parte artística, se presentaron docentes y alumnos de la institución y nos deleitaron con varias danzas folklóricas; Asimismo, nuestra portera y alumnos de 2º y 3º secundaria tocaron la guitarra y cantaron dos canciones alusivas a la fecha y para el cierre tuvimos la participación de José Luis Acuña y su compañera, quienes bailaron dos tangos: "Felicias y La Cumparsita", cabe destacar que José Luis es profesor de "Pasional Tango" y ese día bailó en persona para deleite del público presentre.



domingo, 14 de noviembre de 2010

Autografía de un perro callejero


Nací y crecí en los barrios bajos de la provincia de Buenos Aires, mi madre era una dálmata y mi padre un dogo, tengo seis. Siempre fui cuidado y apreciado por mis padres no siempre hubo alimento para poner en la mesa. Entonces mis hermanos y yo íbamos al basurero municipal. Allí encontrábamos un gran trozo de cordero, lo llevamos a nuestro callejón, entre todos y disfrutamos de una gran cena en familia; cuando dormían mis hermanos yo hurgaba en los botes de basura y en contenedores. Un día encontré una gran almohada de plumas y la cargué en mi carrito rojo, fui hasta mi casa y se lo di de regalo a mis padres, pasaron las horas no podía dormir, el sonido de las sirenas de las patrullas era insoportable. Entonces me levanté y fui a jugar con los gatos de al lado, eran las once y media y volví a las cinco y media del la madrugada, cansado como un perro, dormí como un cachorro recién nacido.
Al día siguiente, desayuné y me fui con mi padre al lavado de automóviles y nos metimos dentro, los cepillos con espuma me hacían cosquillas salimos con el pelaje esponjado y erizado. Luego celebramos mi cumpleaños mi edad, ya era suficiente como para ir a buscar un hogar, me despedí y empecé mi búsqueda. Encontré una casa grande y el dueño de esa hermosa estructura me acogió y me puso un collar con placa dorada mi nombre estaba escrito con letras de oro y se leía “Dogui”. Mi vida pasó en esa casa y cada mes visitaba a mi familia y esa es mi historia, soy Dogui el callejero doméstico.

Autor: Lautaro Díaz
2º 5º Secundaria

viernes, 12 de noviembre de 2010

Misterio en el bosque


Era una desolada y olvidada parte del cementerio de la familia Vlad Draculia en Transilvania ubicada a unos kilómetros del castillo abandonado perteneciente al conde Dracul.
Nadie se atrevía aventurarse por temor a la maldición del “Vampir” en el paraje donde reinan las tierras malditas. El visitante llegó en pocas horas, bajó del vagón de pasajeros con su equipaje, se asombra al ver un carruaje que casualmente lo esperaba, habla con el gitano conductos, sube al transporte y empieza el corto viaje hacia el castillo, a la media hora llega a su destino, baja, desde el portón alcanza a ver a un anciano que con una antorcha en su mano y una sonrisa pícara en su rostro lo invita a pasar. Un silencio solo quebrado por la voz del noble diciendo, -“Disculpe el desorden, es que no acostumbro a las visitas”- no dijo nada más, sólo que por favor lo disculpe pero que el ya había cenado y que nunca tomaba vino, lo guió hasta la habitación, se despidió y al término de su frase le dijo” – por ninguna razón duerma en la otra parte del castillo, es viejo…Cerró la puerta y se dispuso a dormir. Al otro día sentió una gran molestia en el cuello se levantó y miró en el espejo y vio dos agujeros en su cuello como hechos por un bolígrafo. En dos días todos se preguntarían en su hogar donde se encontraba, en dos semanas lo creerían muerto y en dos años se encontrarían con un cuerpo sin vida de un hombre en estado de descomposición, en un bosque cerca del castillo abandonado. Nunca se identificaría el cuerpo, pero sus ropas harapientas y desgarrados con manchas grandes de sangre, probarían que eran del inspector no se sabe que lo mató, ni como murió solo se encontró el cuerpo en el bosque y luego se olvidó el caso.


Autor: Lautaro Díaz

2º 5º Secundaria