
Nací y crecí en los barrios bajos de la provincia de Buenos Aires, mi madre era una dálmata y mi padre un dogo, tengo seis. Siempre fui cuidado y apreciado por mis padres no siempre hubo alimento para poner en la mesa. Entonces mis hermanos y yo íbamos al basurero municipal. Allí encontrábamos un gran trozo de cordero, lo llevamos a nuestro callejón, entre todos y disfrutamos de una gran cena en familia; cuando dormían mis hermanos yo hurgaba en los botes de basura y en contenedores. Un día encontré una gran almohada de plumas y la cargué en mi carrito rojo, fui hasta mi casa y se lo di de regalo a mis padres, pasaron las horas no podía dormir, el sonido de las sirenas de las patrullas era insoportable. Entonces me levanté y fui a jugar con los gatos de al lado, eran las once y media y volví a las cinco y media del la madrugada, cansado como un perro, dormí como un cachorro recién nacido.
Al día siguiente, desayuné y me fui con mi padre al lavado de automóviles y nos metimos dentro, los cepillos con espuma me hacían cosquillas salimos con el pelaje esponjado y erizado. Luego celebramos mi cumpleaños mi edad, ya era suficiente como para ir a buscar un hogar, me despedí y empecé mi búsqueda. Encontré una casa grande y el dueño de esa hermosa estructura me acogió y me puso un collar con placa dorada mi nombre estaba escrito con letras de oro y se leía “Dogui”. Mi vida pasó en esa casa y cada mes visitaba a mi familia y esa es mi historia, soy Dogui el callejero doméstico.
Al día siguiente, desayuné y me fui con mi padre al lavado de automóviles y nos metimos dentro, los cepillos con espuma me hacían cosquillas salimos con el pelaje esponjado y erizado. Luego celebramos mi cumpleaños mi edad, ya era suficiente como para ir a buscar un hogar, me despedí y empecé mi búsqueda. Encontré una casa grande y el dueño de esa hermosa estructura me acogió y me puso un collar con placa dorada mi nombre estaba escrito con letras de oro y se leía “Dogui”. Mi vida pasó en esa casa y cada mes visitaba a mi familia y esa es mi historia, soy Dogui el callejero doméstico.
Autor: Lautaro Díaz
2º 5º Secundaria
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